¿Cuándo asistir a Psicología?
La persona está agobiada, desbordada o muy ansiosa.
Llora todo el tiempo sin motivo aparente.
No controla esfínteres.
Se frustra con facilidad o se autolesiona.
Baja autoestima, se siente inseguro o no logra tomar decisiones.
Muestra cambios repentinos de ánimo.
Se muestra temeroso, miedoso o tiene fobias.
Se avergüenza con facilidad.
Tiene dificultades para relacionarse.
No logra dormir.
Le cuesta que le cambien alguna rutina.
Baja tolerancia a la frustración.
Le cuesta adaptarse a los cambios.
Situación de duelo.